El nivel de agua en el pozo

El nivel del agua subterránea es el reflejo de un equilibrio entre la explotación del recurso y la recarga del acuífero.

A medida que hacemos extracción desde pozos, el nivel del agua descenderá de acuerdo con la tasa de bombeo: a mayor volumen de extracción, mayor descenso. Al detener el bombeo, el nivel se recuperará hasta alcanzar su profundidad inicial. Dependiendo de las condiciones hidrogeológicas locales, de las características constructivas del pozo y del caudal bombeado, los descensos pueden fluctuar entre menos de un metro y decenas de metros.

El nivel de agua también refleja las condiciones de la "recarga" del acuífero: por ejemplo, durante períodos de sequías prolongadas, el nivel estará más bajo que en años normales y luego ascenderá en años lluviosos. La velocidad de restablecimiento de los niveles con la recarga directa, por ejemplo, lluvia, dependerá fundamentalmente del tipo de material donde se encuentre el acuífero que explotamos. En algunos casos, la recarga por lluvia es inmediata (cuando el material del suelo es de alta permeabilidad, gravas, arenas) y, en otros, en suelos arcillosos o rocas, puede verse reflejada mucho tiempo después de producida.

La explotación de un pozo también puede impactar en el nivel de los pozos vecinos (de ahí la importancia del “radio de protección” de los derechos de agua subterránea, comúnmente de 200 m). Si se trata de terrenos permeables (gravas, arenas), la influencia es más notoria que en terrenos de acuíferos poco permeables (arcillas, limos). El radio de protección o radio de influencia del bombeo de un pozo sobre el resto, puede ser calculado con cierta precisión mediante la “prueba de bombeo”. La prueba de bombeo, requerida por la autoridad para otorgar derechos de aprovechamiento de agua, busca justamente determinar el equilibrio entre el máximo caudal de extracción y la recarga natural o reposición del volumen de agua bombeado.

De lo anterior, concluimos que el monitoreo de los niveles de pozos y la historia de sus fluctuaciones en el tiempo nos puede dar una idea de cómo funciona nuestro pozo y cómo se está comportando el acuífero desde donde extraemos el agua, pudiéndonos servir como valiosa herramienta para predecir la operación futura, detectar eventuales anomalías del pozo o de la bomba, observar si hay un posible aumento de la explotación en pozos vecinos, etc.